Muchas empresas acostumbran escuchar en descargos a sus empleados por conductas y hechos atentatorios contra la norma laboral o el reglamento interno de trabajo, siendo ello una práctica cada vez más común cuando se pretende determinar responsabilidades en las conductas realizadas y conforma a ello, imponer las sanciones correspondientes a cada falta, las cuales pueden ir desde la simple amonestación verbal hasta la terminación del contrato de trabajo de manera unilateral y por justa causa, una adecuada diligencia de descargos no solo le brinda la oportunidad al empleado de defenderse y ser escuchado, sino que además, sirva para pre constituir prueba orientada a que los motivos fueron los que obligaron a la empresa a sancionar al empleado, y estos fueron justos y adecuados para dar si es el caso, dar por terminada la relación laboral, cancelar solamente la liquidación laboral y evitar pago de indemnizaciones; y además, evitar pleitos laborales del trabajador para con su empleador, lo cual desgasta al empresario y en las perdidas reiteradas de procesos golpea duramente las finanzas de la empresa y los indicadores de gestión de sus administradores, todo ello, en las más de las veces, por carecer de una adecuada asesoría laboral.